10 de Oct, 2023 . Si vamos a hablar de orgasmos, los hombres llevan la ventaja. La pornografía tradicional, las escenas eróticas de las telenovelas e incluso la práctica ? el 85% de los hombres reportan alcanzar el orgasmo al tener relaciones sexuales frente a un 61% en el caso de las mujeres? inclinan la balanza hacia el placer masculino.
El orgasmo femenino sigue siendo, en gran medida, el unicornio de la ciencia. Se habla mucho sobre él, pero los expertos no han logrado definirlo de forma clara. Desafortunadamente las mujeres nos hemos dedicado a mentir sobre nuestro propio placer, complicando aún más las cosas. Entre el tres y cuatro por ciento de las mujeres sexualmente activas nunca ha llegado al orgasmo y se pasan la vida fingiendo.
En el caso de los hombres también reina la desinformación. Por más que a ellos se les facilite el asunto, no es cierto que cada vez que eyaculan tienen orgasmo. El obstetra y ginecólogo francés Sylvain Mimoun explica que ?muchos consideran que la eyaculación es sinónimo de orgasmo, pero en realidad
El modelo de Basson deja en claro que el mapa del placer femenino es mucho más complejo que el de los hombres. El entorno, las emociones, la salud física, la conexión con la pareja y los pensamientos que se apoderen de la mente son todos elementos que incluyen en si alcanzamos el orgasmo o no. ¿Qué podemos hacer nosotras para tener más y mejores orgasmos?
Aunque a veces la vida moderna no lo permite, y los rapiditos sean en muchas ocasiones la opción que tenemos a la mano para compartir con nuestra pareja antes de comenzar el día, es muy poco probable que alcancemos el orgasmo con un par de minutos de penetración. . Los besos, caricias, mordiscos, masajes, masturbación mutua, estimulación de áreas sensibles como los pezones y el sexo oral son la ruta más segura (y deliciosa) hacia el placer.
El término ?mindfulness? se ha popularizado mucho en años recientes y no es otra cosa que aprender a vivir el momento presente sin juzgarlo, escudriñarlo o permitir que afecte nuestras emociones. Los fundamentos de esta práctica resultan maravillosos a la hora de disfrutar a plenitud del sexo. Si en vez de estar pensando en el estrés del trabajo, las tareas de los niños o la cantidad de celulitis que tienen tus piernas, permite que tu mente y cuerpo se llenen con las sensaciones que estás viviendo en el momento, las disfrutarás mucho más.
Tu no lees mentes y tu pareja tampoco. No es su responsabilidad saber exactamente qué te gusta y que no en el ámbito sexual. Tampoco puedes pretender que intuya si un día quieres sexo salvaje o amaneciste con ganas de un encuentro más suave y lento. Si algo te gusta, disgusta o quieres variarlo, debes expresarlo para que tu pareja sepa lo que necesitas para llegar al éxtasis.
Como todos los demás músculos del cuerpo, el suelo pélvico necesita ejercitarse para mantenerse firme y fuerte. Entre más fuertes tengas los músculos vaginales, mayor control tendrás sobre las respuestas de tu cuerpo y lograrás más y mejores orgasmos. Los ejercicios de Kegel son bastante sencillos de realizar y no tomarán más de un par de minutos al día.
Consoladores, vibradores, duales y estimulados de clítoris (conocidos como balas) hacen parte del arsenal de juguetes a tu disposición para ayudarte a tener más y mejores orgasmos. Tener uno no sólo es natural sino sano y, contrario a lo que asevera la postura machista, puede ser disfrutado a plenitud por la pareja como parte de su ritual sexual.
Ver y consultar a centros