En la pirámide de Maslow, las necesidades fisiológicas se encuentran en la base. Alimentarse, hidratar el cuerpo, ir al baño, dormir y cumplir los deseos sexuales son algunas de estas necesidades fisiológicas que, indudablemente, influyen en nuestro grado de seguridad y bienestar, que representa el segundo nivel de la pirámide. En lo que respecta al deseo sexual, uno de los problemas más habituales en las mujeres que impiden sentirse plenas es la imposibilidad de llegar al orgasmo, conocido como anorgasmia. Y es que mientras ven cómo su pareja ya ha terminado, ellas sienten que no han satisfecho la necesidad y que el encuentro sexual no está completo.
Las causas de la anorgasmia pueden estar relacionadas tan con la falta de confianza en la pareja como en ellas mismas o con la dificultad para entregarse por completo al acto sexual.
1. Relaciones dolorosas
En algunas ocasiones, el ímpetu con el que el hombre penetra a la mujer hace que ésta sienta dolor en lugar de placer. En estos casos, lo mejor es hablar en confianza con la pareja para que lo haga con más suavidad y pueda incrementar su nivel de placer.
2. Abre tu mente
La anorgasmia no tiene nada que ver con la falta de deseo ni con el vaginismo. La mujer anorgásmica es capaz de sentir placer pero no de alcanzar el orgasmo. Para evitarlo, es importante relajarse y abrir la mente, dejando de lado las preocupaciones y los tabúes.
3. Guía a tu pareja
Haz saber a tu pareja qué es lo que te gusta, ya que de esta forma ambos disfrutaréis más. Él podrá mejorar en su potencia, desempeño y sensualidad y tú exprimirás al máximo la relación sexual. Muchos de los problemas de este tipo están en nuestra mente y pueden dejarse de lado olvidando los moralismos.
4. Cumple tus fantasías
Sentir placer no es malo. Lo malo es lo conservadora que puede llegar a ser nuestra mente en un acto tan natural como el sexo, categorizándolo como incívico o como digno de condena. Aprende a disfrutarlo plenamente.
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