4 de Jun, 2022 . Las disfunciones sexuales son problemas ocurridos durante las relaciones sexuales bien en la fase de deseo, excitación, orgasmo, resolución o en otros momentos de la relación sexual, pero también la aparición de dolor en cualquiera de dichas etapas. Las características que tienen en común todas ellas es que dificultan disfrutar de la sexualidad en alguna de esas etapas, también hay definición que dicen que tienen que ser persistentes en el tiempo. También coincide en que provocan sufrimiento en las personas que los padecen, tanto a veces dolor y molestias físicas, así como psicológicas.
En muchas ocasiones estas disfunciones se concatenan unas con otras. Por ejemplo, una mujer que tiene dolor en la relación sexual (vaginismo) puede que termine evitándola, con lo cual hay una ausencia de deseo (deseo sexual hipoactivo).
Cada disfunción sexual tiene un tratamiento concreto, pero generalmente hay que trabajar mucho con pautas de relajación corporal, ya que suele haber ansiedad anticipatoria en la mayoría de los casos. Asimismo, es importante la conciencia corporal por tal de conocerse y saber qué ocurre, así como el origen y por qué ha sucedido. Se trata de un abordaje global donde se trabajan todos los aspectos emocionales, conductuales y somáticos, así como la parte física. La terapia sexual suele trabajar todos estos aspectos y lo más recomendable es acudir a un especialista en Sexología.
Detrás de muchas disfunciones sexuales existe un abuso sexual, una mala experiencia o un mal aprendizaje sexual. En estos casos puede ser necesario y es recomendable hacer terapia psicológica con especialistas en trauma o abusos sexuales.
Otro abordaje bueno que suele ser necesario es hacer una en sexualidad, desterrar mitos o hablar de la sexualidad tal y como es dejar de lado grandes creencias erróneas, negativas y fomentar una salud sexual integral y sana.
En relación a estas expectativas o creencias, últimamente tenemos problemas con la sexualidad por el consumo masivo de la pornografía online. En estos casos el tratamiento sería similar al de cualquier adicción, porque suelen generarse esos mismos circuitos de recompensa.
La terapia consiste en conocer el problema, identificar el origen si lo hay y dar pautas de relajación y mindfulness. Además de trabajar la conciencia plena, con recursos positivos para hablar sobre situaciones en las que se han sentido bien. A veces el
En otros casos les pongo audios de manera repetida, a través de hipnosis o la terapia EMDR trabajo la situación fóbica o aquello que les ha provocado el problema, es lo que se conoce como un trabajo de reprocesamiento de la situación vivida.
En ocasiones es importante ver que a nivel físico todo está bien, es decir, es básico hacer una buena historia clínica al inicio y descartar que no hay ninguna patología médica detrás, ya que hay determinadas enfermedades que provocan disfunciones sexuales. También es necesario saber qué tipo de medicación se está utilizando porque hay medicamentos que interfieren la respuesta sexual, así como si tiene alguna enfermedad crónica o puntual. Por ejemplo, el hipotiroidismo puede ser una causa de ausencia de deseo o el tomar antidepresivos puede producir muchos problemas de deseo.
Cabe destacar que en muchos casos hay un ritmo de vida muy estresante, con lo cual hay que incluir hábitos y tener unas rutinas saludables para introducirlas en su vida. Lo que se suele llamar higiene de vida, ya que tener una vida sana y ordenada ayuda a disfrutar más de los placeres que puede proporcionar la sexualidad.
La Sra. Diana Sánchez Sánchez es psicóloga por la Universidad Complutense de Madrid. Es psicóloga sanitaria con número de colegiado M-17416. Entre sus especialidades se encuentran la ansiedad, la depresión, el estrés, la Psicología perinatal, el duelo perinatal y la Psicología del deporte.
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