23 de Ago, 2023 . El 8 de agosto es el Día Internacional del Orgasmo Femenino, sin embargo, muchas no logran alcanzarlo, y no por motivos físicos. Es la brecha orgásmica de género, que tiene sus raíces en razones psicológicas, desconocimiento del cuerpo e incluso razones culturales.
Hombres y mujeres vienen al mundo con las herramientas esenciales para la vida; No para la sociedad, que es la interpretación humana de la existencia, llena de aditivos, edulcorantes, sustancias artificiales y conservantes. Cuando los depresivos sienten que la vida no tiene sentido, seguramente se refieren a la sociedad. En materia sexual ocurre lo mismo. Todos estamos perfectamente equipados para el placer, pero en el camino ocurren acontecimientos que nos impiden acceder a él. Es como un archivo o un programa que han puesto en nuestro ordenador. Sabemos que está ahí, pero no tenemos acceso directo y no podemos encontrarlo; ya sea por desconocimiento o porque lo han movido de lugar.
La anorgasmia femenina es algo similar. Las mujeres sanas, con los genitales y el clítoris en perfecto estado, y sin antecedentes de traumas sexuales, no llegan al éxtasis. Un estudio reciente en The Journal of Sexual Medicine dice que el 42% de las mujeres en los Estados Unidos no llegan al clímax. ¿Qué no funciona? ¿Sus cuerpos, sus mentes o sus hábitats serán inadecuados para abrazar lo que los franceses llaman la petite mort?
Pero descartemos primero las causas orgánicas, que las hay aunque no son las más frecuentes. "Existen determinadas patologías y fármacos que pueden dificultar la descarga orgásmica", afirma Francisca Molero, ginecóloga, sexóloga, directora del Instituto Iberoamericano de Sexología y presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología. "Aquí entrarían aquellas que afectan la salud mental, enfermedades neurológicas, vasculares, neuroendocrinas, metabólicas e incluso aquellas que afectan a nivel musculoesquelético. Las más frecuentes son la ansiedad, la depresión y sus tratamientos; patologías que comprometen la excitación, como la hipertensión, la diabetes o aquellas relacionadas con dolores pélvicos o genitales; y, por supuesto, patologías del suelo pélvico, una estructura muy importante para sentir las sensaciones genitales."
"Antes la moral imperante castigaba la autoexploración y la sensualidad", explica Molero. "Las nuevas generaciones, afortunadamente, no han sufrido esta lacra, pero aún hay mucho desconocimiento y la gente está muy impaciente. Hay mujeres que sólo llegan al orgasmo mediante la masturbación y de una manera muy concreta; entonces en pareja la cosa es complicada". Otros utilizan el vibrador como atajo y evitan explorarse más a fondo, reconocer sensaciones y disfrutar del viaje, o lo hacen sin ganas, y hay quienes tienen expectativas tan altas sobre lo que debe ser un orgasmo que, cuando lo experimentan, "No lo identifican como tal. Generalmente se decía que cuando alguien no tenía claro si había tenido orgasmos o no era que no los había tenido. Pero vemos en consulta que esa posibilidad existe", dice este ginecólogo. .
Somos cabezas que, la mayoría de las veces, arrastramos una anatomía, sin preocuparnos mucho de lo que ocurre debajo del cuello. Sin embargo, aspiramos a alcanzar el séptimo cielo en un tiempo récord. Elena Capello es psicóloga y trata, entre otros, problemas de anorgasmia en el Centro Psicológico CEPSIM de Madrid. "Una buena relación con el cuerpo es fundamental para el buen sexo. Por un lado, hay personas que están descontentas con su físico por motivos estéticos, porque no cumple con el cánon de belleza exigido en cada momento", afirma, " pero, independientemente de esta condición, la mayoría de las personas estamos muy desconectadas del cuerpo, no nos han enseñado a dialogar con él, a escucharlo, a reconocer los estímulos que nos envía, a saber cuando estamos excitados o cuando sentimos deseo. "Solo cuidamos el cuerpo cuando ocurre una enfermedad y la educación física se limita a la práctica de una serie de deportes encaminados a competir."
Centrarse, más de la cuenta, en el cuerpo siempre ha sido punible. Si antes explorar era pecado, entonces se volvió vergonzoso. "Algunas mujeres a las que les cuesta llegar al orgasmo cuentan que, cuando eran niñas, fueron sorprendidas por un familiar mientras se tocaban o se miraban en el espejo y eso les hizo sentir mucha vergüenza. Es como un pequeño trauma que les ha quedado". ahí y eso es un obstáculo para el placer que hay que trabajar?, afirma Francisca Molero.
El cuerpo es objeto de estudio del Sexocorporel, un enfoque sexológico creado por Jean-Yves Desjardins (1931-2011) y que parte de la premisa de que todo lo que sucede en nuestra fisiología tiene su correlato en las emociones de las cogniciones. Claude Roux-Deslandes es médica, sexóloga y discípula de Desjardins y vive en Francia, donde pone en práctica y enseña los principios de esta disciplina. Para entender la cuestión que nos ocupa, según Deslandes, debemos diferenciar entre orgasmo y orgasmo. "En el orgasmo, el umbral de excitación y tensión sexual necesarios para el orgasmo se alcanza mecánicamente, pero faltan emoción y cognición", dice Roux-Deslandes. "Así, se alcanza la curva de excitación adecuada, pero no se experimenta un orgasmo; porque para que esto último ocurra se necesitan más elementos. Esto es lo que les sucede, por ejemplo, a las víctimas de violación. Sus cuerpos responden a los estímulos y pueden tener un orgasmo, pero por el trauma que están viviendo no llegan al orgasmo".
"Trabajo en un centro desde hace más de cuarenta años", afirma Roux-Deslandes, "y últimamente he observado que las mujeres jóvenes corren el peligro de no soltarse. Cada vez se les asigna más responsabilidad en la relación sexual. .En el tema del consentimiento, por ejemplo, que es muy bueno e imprescindible en un encuentro, sienten que son ellas quienes deben manejar ese tema, vigilar que no haya conductas machistas o violentas. Puede haber mujeres que combinen esto. tarea de soltar, pero para muchos significa estar alerta y no perder el control en ningún momento; porque creo que este aspecto, tan necesario, ha sido mal explicado a las nuevas generaciones."
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