Los orgasmos incontrolables hicieron que Angie se sintiera como un monstruo. luego se enteró de la verdad.
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5 de Sep, 2020 . La primera vez que Angie sintió esto fue en el jardín de infancia. Un día, durante la siesta, mientras los otros niños dormían, Angie se quitó la camisa y comenzó a besar al chico que estaba a su lado. Cuando la maestra vio lo que estaba haciendo, se acercó, tomó la mano de Angie y la acercó al escritorio de la maestra. Angie recuerda la expresión de horror en el rostro de su maestra.
Angie no quiere sentirse peligrosa. Así que durante años, se aísla de sus amigos y familiares y pasa incontables horas sola en su habitación masturbándose. Y no se lo dice a nadie porque está profundamente avergonzada. Se supone que los orgasmos son una experiencia placentera, pero para Angie, pueden ser dolorosos y, a veces, espontáneos.
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