Los controles de testosterona no son obligatorios para todas las mujeres menopáusicas
Bajo deseo sexual Misexologo
26 de Ago, 2023 . ¿Alguna vez escuchó que se culpa a la "testosterona baja" por el mal humor, la confusión mental y la pérdida de vitalidad? A pesar de toda la evidencia en contrario, las personas influyentes en las redes sociales promueven cada vez más la terapia con testosterona como un elixir para las mujeres que experimentan síntomas preocupantes de la menopausia.
En una serie de documentales y publicaciones en las redes sociales sobre la menopausia en 2021 y 2022, la presentadora de televisión británica Davina McCall promovió el uso de la terapia con testosterona además de la terapia hormonal menopáusica estándar. El "efecto Davina" ha ayudado a alimentar una
Pero si bien la testosterona sigue siendo una hormona importante antes y después de la menopausia, esto no significa que las mujeres deban hacerse un análisis de sangre para controlar sus niveles de testosterona o tomar una terapia con testosterona.
La testosterona es una hormona importante en el cuerpo de las mujeres y afecta los vasos sanguíneos, la piel, los músculos y los huesos, el tejido mamario y el cerebro. Tanto en mujeres como en hombres, la testosterona puede actuar por sí sola o convertirse en estrógeno.
Parte de la testosterona medida en la sangre también se produce fuera de los ovarios, como en la grasa, donde se elabora a partir de "prehormonas" secretadas por las glándulas suprarrenales. Esta fuente de producción de testosterona se hace cargo después de la menopausia.
A partir de los 40 años, el ritmo de descenso se ralentiza y los niveles de testosterona en sangre no cambian cuando la menopausia se produce de forma natural. Los estudios no han demostrado que los niveles de testosterona cambien significativamente durante la transición a la menopausia.
Pero no existe un nivel sanguíneo "normal" por debajo del cual se pueda diagnosticar que una mujer tiene "deficiencia de testosterona". Por lo tanto, no existe la deficiencia de testosterona ni el síndrome de deficiencia de testosterona.
Esto también se debe en parte a que las mujeres tienen concentraciones de testosterona muy bajas en comparación con los hombres, y la mayoría de los métodos comerciales utilizados para medir la testosterona no pueden separar con certeza los niveles normales de los bajos en las mujeres.
A las mujeres premenopáusicas también se les puede decir que tienen testosterona "baja" si se les extrae sangre temprano en el ciclo menstrual, cuando es normal que la testosterona esté baja. (Sin embargo, solo sería clínicamente necesario realizar este tipo de análisis de sangre para buscar niveles altos de testosterona, en alguien con crecimiento excesivo de vello o acné severo, por ejemplo, no niveles bajos de testosterona).
En las mujeres posmenopáusicas, gran parte de la acción de la testosterona ocurre en los tejidos donde se produce, después de lo cual la testosterona se convierte en estrógeno o se descompone antes de regresar a la circulación. Por tanto, las concentraciones de testosterona en sangre no son un reflejo fiel de las concentraciones en los tejidos.
Para complicar aún más el panorama está la enorme variabilidad en los efectos de la testosterona. Con un nivel determinado de testosterona en la sangre, algunas mujeres pueden tener piel grasa, acné, aumento del crecimiento del vello corporal o calvicie, mientras que otras no tendrán tales efectos.
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