18 de Jul, 2023 .
El exceso y la deficiencia de este químico vital es la causa de varias enfermedades. La enfermedad de Parkinson y la adicción a las drogas son algunos de los ejemplos de problemas asociados con niveles anormales de dopamina.
La dopamina reduce la influencia de la vía indirecta y aumenta las acciones de la vía directa dentro de los ganglios basales. Cuando hay una deficiencia de dopamina en el cerebro, los movimientos pueden retrasarse y descoordinarse. Por otro lado, si hay un exceso de dopamina, el cerebro hace que el cuerpo realice movimientos innecesarios, como tics repetitivos.
La dopamina es la sustancia química que media el placer en el cerebro. Se libera durante situaciones placenteras y estimula a uno a buscar la actividad u ocupación placentera. Esto significa que la comida, el sexo y varias drogas de abuso también son estimulantes de la liberación de dopamina en el cerebro, particularmente en áreas como el núcleo accumbens y la corteza prefrontal.
La anfetamina aumenta la concentración de dopamina en el espacio sináptico, pero por un mecanismo diferente. Las anfetaminas tienen una estructura similar a la dopamina y, por lo tanto, pueden ingresar a la neurona presináptica a través de sus transportadores de dopamina. Al entrar, las anfetaminas obligan a las moléculas de dopamina a salir de sus vesículas de almacenamiento. Al aumentar la presencia de dopamina, ambos conducen a un aumento de los sentimientos placenteros y la adicción.
Los niveles de dopamina en el cerebro, especialmente en la corteza prefrontal, ayudan a mejorar la memoria de trabajo. Sin embargo, este es un equilibrio delicado ya medida que los niveles aumentan o disminuyen a niveles anormales, la memoria sufre.
Los receptores D1 y los receptores D4 son responsables de los efectos de mejora cognitiva de la dopamina. Algunos de los medicamentos antipsicóticos utilizados en condiciones como la esquizofrenia actúan como antagonistas de la dopamina. Los antipsicóticos más antiguos, denominados "típicos", suelen actuar sobre los receptores D2, mientras que los fármacos atípicos también actúan sobre los receptores D1, D3 y D4.
La dopamina es el principal inhibidor neuroendocrino de la secreción de prolactina de la hipófisis anterior. La dopamina producida por las neuronas en el núcleo arqueado del hipotálamo se libera en los vasos sanguíneos hipotálamo-hipofisarios de la eminencia media, que irrigan la glándula pituitaria. Este actúa sobre las células lactotropas que producen prolactina. Estas células pueden producir prolactina en ausencia de dopamina. La dopamina en ocasiones se denomina factor inhibidor de la prolactina (PIF), hormona inhibidora de la prolactina (PIH) o prolactostatina.
La baja unión al receptor D2 se encuentra en personas con ansiedad social o fobia social. Se cree que algunas características de la esquizofrenia negativa (aislamiento social, apatía, anhedonia) están relacionadas con un estado dopaminérgico bajo en ciertas áreas del cerebro.
Por otro lado, aquellos con trastorno bipolar en estados maníacos se vuelven hipersociales, así como hipersexuales. Esto se atribuye a un aumento de la dopamina. La manía se puede reducir con antipsicóticos que bloquean la dopamina.
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