21 de Jul, 2023 . Fabiola, una mujer trans adulta, vive sola desde los 18 años. Antes de cumplir los 61 años y el centro de cuidados prolongados donde ahora reside, tenía su propio apartamento en Río Piedras, un barrio de San Juan. ?Trabajaba, tenía una vida independiente?, cuenta. Entre las comunidades LGBTQIA+, fue reconocida por sus actuaciones como drag queen. Dice que interpretó boleros del repertorio de las estrellas puertorriqueñas de los cincuenta, Lucy Fabery y Ruth Fernández, y que con sus espectáculos recaudó fondos para la iglesia de puertas abiertas a la que asistía.
Pero sus condiciones de salud, la amputación de su pierna izquierda a la altura de la rodilla y la ausencia de una familia que la cuide, la obligaron a depender de servicios y asistencia. Ahora se mueve con la ayuda de una silla de ruedas y espera una prótesis.
?Cuando pierdes tu independencia es muy difícil, pierdes tus libertades. El proceso fue tan rápido que no tuve tiempo de procesarlo?, compartió Fabiola con el Centro de Periodismo de Investigación (CPI) y El Nuevo Día.
Previo a su llegada a un asilo de ancianos en San Juan, la trabajadora social del Departamento de la Familia ?quien estaba a cargo de buscarle un hogar y cuyo nombre Fabiola no recuerda? le dijo que había centros que no la aceptaban por ser una persona trans, dijo. Donde vive desde hace aproximadamente un año, Fabiola dijo que la llaman así y la tratan con respeto, aunque percibe la necesidad de ?más educación?.
?Que la gente que trabaja en los centros y en el Departamento de la Familia esté mejor preparada, que haya una apertura más acorde a los tiempos?, dijo. Aunque dijo que no ha sufrido discriminación en el lugar donde vive actualmente, afirmó que teme que en algún momento esto pueda suceder, incluido el trato discriminatorio por parte de los familiares de otros residentes.
La administradora del hogar donde vive Fabiola, Ilsa Vargas, dijo que le brindan un servicio de cuidado y que el personal y los residentes ?no se han pronunciado en contra de su orientación?, pero dijo que estará ?más atenta? a posibles escenarios de discriminación por identidad de género u orientación sexual que se puedan presentar.
Wilfred Labiosa, director de la organización Waves Ahead, que ofrece servicios para personas mayores de estas poblaciones y otras comunidades vulnerables, explicó que en 2015 lideró un congreso con otras organizaciones con el objetivo de identificar las necesidades de los adultos mayores de la población lesbiana, gay, bisexual, trans, queer, intersex y asexual (LGBTQIA+). Labiosa dijo que durante ese congreso se evidenció la necesidad de un hogar seguro en el que estas personas se sientan cómodas.
Por ejemplo, la Carta de Derechos y Políticas Públicas de las Personas Adultas Mayores (Ley 121 de 2019) establece derechos generales de ?integridad, dignidad y preferencia?, pero no aborda la identidad de género ni la preferencia sexual.
Esta ley pone al Departamento de la Familia la responsabilidad de prevenir, identificar, investigar y supervisar el tratamiento de cualquier adulto mayor que sea víctima de negligencia, maltrato institucional o por parte de su familia.
Ver y consultar a centros
