26 de Sep, 2023 . ¿Qué son la ansiedad y la depresión? ¿Qué son la ansiedad y la depresión? Depresión ¿Qué es la depresión? Datos y estadísticas Preguntas frecuentes sobre la depresión Síntomas Tratamiento y manejo Consejos para controlar la depresión
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Todo el mundo experimenta altibajos en su estado de ánimo, a veces está demasiado ansioso y preocupado o tiene problemas para dormir. La mayoría de estas experiencias no sugieren un trastorno psiquiátrico sino que son parte de la condición humana. Sin embargo, cuando los estados de ánimo o de ansiedad negativos o extremos persisten y causan discapacidad y/o angustia, la causa o causas subyacentes requieren atención y tratamiento. Una causa relativamente común de este tipo de síntomas es el trastorno bipolar.
El trastorno bipolar I se define por la aparición de manía. La manía es un estado de ánimo activado caracterizado por una búsqueda excesiva de recompensas acompañada de una mayor activación conductual y un estado de ánimo eufórico, elevado, irritable o lábil.
Como se señaló, aunque los trastornos bipolares pueden tratarse eficazmente, también pueden ser fuentes de sufrimiento y mortalidad importantes. La tasa de suicidio en el trastorno bipolar se encuentra entre las más altas de cualquier condición médica y psiquiátrica, tal vez hasta entre el 10 y el 15% de las personas afectadas. El trastorno bipolar también está reconocido como una de las 10 afecciones más incapacitantes en los países desarrollados de todo el mundo. Gran parte de la discapacidad surge de los frecuentes episodios depresivos, que a menudo dominan el curso prolongado de la enfermedad, pero las enfermedades concurrentes también son comunes. Los trastornos de ansiedad son especialmente comunes, al igual que el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH); cuando estos coexisten con el trastorno bipolar, a menudo se necesita tratamiento adicional, incluidos medicamentos y terapias basadas en evidencia. Además, un diagnóstico de trastorno bipolar aumenta el riesgo de abuso de drogas y alcohol, tabaquismo, obesidad, cáncer y enfermedades cardíacas, todo lo cual aumenta el riesgo de muerte prematura y discapacidad. A través de un tratamiento reflexivo basado en evidencia y la integración con una buena atención primaria, gran parte de este riesgo se puede manejar de manera efectiva.
El trastorno bipolar es fuertemente familiar y la mayor parte del riesgo es genético (alrededor del 85%). Es una condición del desarrollo neurológico que surge típicamente en la adolescencia o la edad adulta temprana. El curso inicial de la enfermedad puede presentar disminuciones progresivas en los períodos de bienestar, lo que se denomina ?eutimia?, lo que en última instancia conduce a recurrencias anuales de manía y/o depresión. Un tratamiento eficaz puede disminuir la probabilidad de nuevos episodios, pero aún no sabemos cómo prevenir la progresión de la enfermedad, ni cómo prevenirla en primer lugar. La detección y el tratamiento tempranos mejoran los resultados a largo plazo, por lo que en las familias con trastorno bipolar se recomienda vigilar a los jóvenes con un umbral bajo para buscar ayuda psiquiátrica si surgen problemas. Es mejor que le digan que no hay nada de qué preocuparse que perder una oportunidad de intervención temprana.
El tratamiento del trastorno bipolar requiere tanto medicamentos como terapia para obtener mejores resultados. La mayoría de las personas pueden tratarse con tres o menos medicamentos, por lo que siempre que se considere un cuarto, se recomienda una reevaluación. La columna vertebral del tratamiento farmacológico consiste en varios fármacos antimaníacos y estabilizadores del estado de ánimo, incluidos el litio, el divalproex sódico, varios antipsicóticos de segunda generación y varios antiepilépticos.
Las elecciones de medicamentos suelen estar determinadas por la respuesta y la tolerabilidad de un individuo, lo que requiere algo de prueba y error informado y basado en evidencia. Los antidepresivos son mucho menos útiles de lo que alguna vez se pensó, pero pueden tener un papel en personas con trastornos de ansiedad o depresión resistente al tratamiento (a los estabilizadores del estado de ánimo).
También son útiles varias psicoterapias basadas en evidencia, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) o la terapia centrada en la familia. El diagnóstico y tratamiento del trastorno bipolar es complejo y requiere profesionales psiquiátricos y de salud mental con experiencia en su manejo. Con un buen tratamiento, como se señaló anteriormente, las personas con trastorno bipolar generalmente pueden vivir la vida que esperaban antes de enfermarse. Los resultados pueden ser buenos.
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