21 de Oct, 2023 .
Un estilo de vida saludable que implique un consumo moderado de alcohol, una dieta nutritiva, actividad física regular, un sueño reparador y una conexión social frecuente, evitando al mismo tiempo fumar y un comportamiento demasiado sedentario, reduce el riesgo de depresión, según una nueva investigación.
En una investigación publicada hoy en Nature Mental Health, un equipo internacional de investigadores, incluidos los de la Universidad de Cambridge y la Universidad de Fudan, analizó una combinación de factores, incluidos factores del estilo de vida, la genética, la estructura cerebral y nuestros sistemas inmunológico y metabólico para identificar los Mecanismos subyacentes que podrían explicar este vínculo.
Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de uno de cada 20 adultos sufre depresión, y esta afección supone una carga importante para la salud pública en todo el mundo. Los factores que influyen en la aparición de la depresión son complicados e incluyen una combinación de factores biológicos y de estilo de vida.
De todos estos factores, dormir bien por la noche (entre siete y nueve horas por noche) marcó la diferencia más significativa, reduciendo el riesgo de depresión, incluidos los episodios depresivos únicos y la depresión resistente al tratamiento, en un 22%.
Luego, el equipo examinó el ADN de los participantes y asignó a cada uno una puntuación de riesgo genético. Esta puntuación se basó en la cantidad de variantes genéticas que porta un individuo y que tienen un vínculo conocido con el riesgo de depresión. Aquellos con el puntaje de riesgo genético más bajo tenían un 25% menos de probabilidades de desarrollar depresión en comparación con aquellos con el puntaje más alto, un impacto mucho menor que el estilo de vida.
En personas con riesgo genético alto, medio y bajo de depresión, el equipo descubrió además que un estilo de vida saludable puede reducir el riesgo de depresión. Esta investigación subraya la importancia de llevar un estilo de vida saludable para prevenir la depresión, independientemente del riesgo genético de una persona.
"Algunos de estos factores del estilo de vida son cosas sobre las que tenemos cierto control, por lo que tratar de encontrar formas de mejorarlos (asegurándonos de dormir bien por la noche y salir a ver amigos, por ejemplo) podría marcar una diferencia real en la vida de las personas. ".
En primer lugar, examinaron resonancias magnéticas cerebrales de poco menos de 33.000 participantes y encontraron una serie de regiones del cerebro donde un mayor volumen (más neuronas y conexiones) estaba relacionado con un estilo de vida saludable. Estos incluían el pálido, el tálamo, la amígdala y el hipocampo.
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