Pornografía: ¿qué impacto tiene en la sexualidad adolescente?
Adolescencia y sexualidad Misexologo
29 de Ago, 2023 . Ya en 2003, Gérard Bonnet, profesor de psicología y psicoanalista, planteaba la pornografía como un ?desafío al pudor?. Hoy se impone de manera más amplia como un ?desafío para la construcción de la sexualidad adolescente?.
Hasta hace muy poco, en Francia, este tema no se tomaba realmente en serio. E incluso si el actual gobierno se ha manifestado para deplorar el acceso de los jóvenes a contenidos pornográficos, si ha manifestado su intención de
Por lo tanto, el auge de las nuevas tecnologías ha ofrecido a la pornografía un medio de distribución exponencial, accesible a todos... incluidos (y sobre todo) a los niños y adolescentes que siempre saben manejar estas herramientas mejor que los adultos.
Las investigaciones, principalmente norteamericanas, realizadas con adolescentes desde los años 2000, cuestionan la influencia de la pornografía en sus representaciones de la sexualidad y de la mujer, así como en sus prácticas sexuales. Parece que la confrontación con los códigos pornográficos llevaría a los adolescentes ? tanto niñas como niños ? a considerar a las mujeres más como ?un objeto sexual?, y a modificar su relación con su cuerpo, que por lo tanto se inviste de un modo que provoca ansiedad.
Sin embargo, este posicionamiento se invierte con la transición a una relación afectiva y sexual con pareja ?en la vida real?. A partir de entonces, el visionado de pornografía disminuye, emergen sentimientos de inutilidad o vergüenza? así como la experimentación de que ?la pornografía no es la realidad?.
En definitiva, las derivas psicopatológicas o adictivas parecen marginales, afectan a los adolescentes más frágiles, cuya imaginación permanece cautiva de esta iconografía. Además, hasta la fecha no se ha establecido el vínculo entre el consumo de pornografía y la agresión sexual en la adolescencia. Sin embargo, es en nuestra práctica con adolescentes que presentan una sexualidad preocupante, incluso perpetradores de violencia sexual, que surge esta cuestión. Estos jóvenes mencionan con frecuencia el contacto repetido y masivo con la pornografía.
Si bien obviamente no todos los adolescentes que ven este tipo de imágenes participan en este tipo de acciones, el hecho de que la pornografía esté integrada en los usos digitales actuales de los jóvenes con comportamientos problemáticos nos invita a cuestionar el impacto de la ?violencia del ver? ciberpornográfica en la
Además, en su forma más común (escenas, ?clips?), ya ni siquiera existe un escenario, ¿ni siquiera un posible guión? ? donde la imagen aplasta cualquier proyección, cualquier movimiento de fantasía. Con el pretexto de mostrarlo todo, la pornografía desmantela la sexualidad (limitada al acto, a prácticas hiperespecíficas) y el proceso de unificación corporal, en adelante restringido al órgano.
Estas características nos llevan a considerar el potencial traumático de las imágenes pornográficas (masividad de la excitación provocada, allanamiento, estupefacción, etc.); especialmente porque el sujeto se enfrenta a ello desde el principio. En estos casos, el encuentro con el sexo, con la brutalidad del sexo, precede a cualquier comprensión de la sexualidad (adulta), corriendo el riesgo de iniciar fijaciones, divisiones? en definitiva, una experiencia traumática. También cabe señalar que los contextos en los que observamos consumo problemático suelen estar marcados por experiencias traumáticas previas (relacionadas o no con la sexualidad).
Finalmente, al mismo tiempo y desde una perspectiva dinámica, el uso de la pornografía en la adolescencia podría entenderse como un intento de integrar (psíquicamente) la sexualidad adulta. En la adolescencia, la iconografía pornográfica constituye una superficie de proyección del enigma de lo sexual, una forma, aunque frágil, de poner fuera de la extrañeza y la violencia del fenómeno de la pubertad.
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