El uso de nanotecnología para calentar los testículos puede funcionar como una alternativa de anticoncepción masculina
Métodos anticonceptivos Misexologo
13 de Mar, 2022 . Debido a varios inconvenientes, se explora el intento de encontrar opciones anticonceptivas masculinas alternativas, en las que una entre otras que se están investigando actualmente es la nanoanticoncepción: desplegar nanopartículas metálicas en los testículos donde se calientan.
Como resultado, la producción de esperma y la fertilidad disminuyen, como un interruptor de encendido y apagado a medida que se calientan. No obstante, los testículos pueden destruirse irreversiblemente si se calientan demasiado a medida que el tejido muere y ya no pueden producir esperma, incluso cuando vuelven a su temperatura normal.
Este delicado proceso incluye largos nanorods (o nanocilindros) de átomos de oro recubiertos con unas pocas cadenas largas de polímero en su superficie, como bacterias oblongas con pelos que sobresalen, estudiado por primera vez en 2013 en ratones por el biólogo Fei Sun y su equipo de investigación multidisciplinario.
Sun y sus colegas descubrieron que, a diferencia de las nanovarillas de oro, las nanovarillas de hierro se eliminaban gradualmente en el hígado y el bazo, y luego se eliminaban por completo del cuerpo, lo que reducía el riesgo de toxicidad a largo plazo.
Según David Powell, la nanoanticoncepción podría ser de mayor interés en Europa, donde la castración quirúrgica es menos popular. Incluso los zoológicos consideran la nanoanticoncepción como parte de su "caja de herramientas reproductivas".
Con esto provisto, el objetivo final a largo plazo de Sun es aplicar este método a los humanos, especialmente con su única ventaja potencial, la reversibilidad, aunque admite que esa posibilidad aún está muy lejos (pero debería funcionar en teoría).
Sin embargo, la determinación de cuán reversible es necesita más estudio, ya que todos los experimentos de Sun solo inyectaron ratones una vez y nunca fueron sometidos a una segunda inyección de nanopartículas después de que sus testículos sanaron. Se requieren estudios detallados para asegurar que la nanoanticoncepción no sea tóxica para los hombres, especialmente en grandes cantidades.
A diferencia de los ratones, es más difícil poner a un hombre bajo anestesia durante cuatro horas y envolver una bobina eléctrica alrededor de su testículo. Como alternativa, los investigadores esperan poder administrar las nanovarillas magnéticas por vía oral y dirigirlas a los testículos. Además, no está claro cuántos hombres se sentirán cómodos con los testículos encogidos, incluso si el tamaño original se recupera con el tiempo.
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