22 de Oct, 2023 . Mi hija tiene una amiga en las redes sociales cuya vida parece perfecta. Vive en una casa preciosa, tiene una carrera realmente gratificante y ella y su familia viven todo tipo de aventuras emocionantes. No importa dónde estén o en qué actividad estén involucrados, ¡toda la familia parece despreocupada y alegre!
Esta amiga publica constantemente sobre lo bendecida y agradecida que está por la vida que tiene. Tengo la sensación de que no está diciendo esas cosas sólo por el bien de Facebook, sino que realmente lo dice en serio.
Por más feliz que esté mi hija por ellos, sé que hay momentos en los que se siente un poco triste por todo esto. Le gustaría una relación como la de su amiga, una carrera gratificante y la oportunidad de vivir aventuras similares. En cambio, siente que está viviendo una existencia más estresante, viviendo de sueldo en sueldo en un trabajo predecible. Su novio siente intensamente el estrés y se manifiesta en importantes cambios de humor. Les preocupa pagar las facturas y encontrar un lugar para alquilar en un mercado que tiene pocas opciones, en lugar de disfrutar de la zona en la que viven.
Cuando envidiamos la vida de nuestros amigos, nos quejamos de la política, la economía o nuestras relaciones, o imaginamos que alguien más se ha llevado toda la suerte y las oportunidades que tiene el universo, poco a poco devora nuestra fuerza mental y nuestro ingenio.
Cuando nos exponemos constantemente a detractores e inductores de miedo, inconscientemente limitamos nuestra capacidad de prosperar. Nos volvemos sospechosos y críticos. Y nos convertimos en esas personas que otros evitan, por lo que nuestro mal humor nos hace sentir aún más solos.
Habrá momentos y acontecimientos estresantes en nuestras vidas, pero no necesitamos hundirnos en esos momentos. Cuando era madre soltera, me preguntaba una buena cantidad de veces cómo pagaría las cuentas. Pero miro hacia atrás y me río de lo ingenioso que era cuando no había nada en casa para comer.
No importa lo que vaya bien o mal, los acontecimientos y las situaciones cambian constantemente. Todos tenemos años para disfrutar el viaje de nuestra vida, vivir nuestra aventura y llenar nuestro tiempo con momentos de asombro y asombro. Podemos pasar esos años poniendo excusas, procrastinando o retrasando la felicidad, o volver a centrarnos en lo que va bien, arriesgarnos y aprender a jugar con todo ello.
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