El vaginismo es un trastorno sexual que puede deberse a causas físicas o psicológicas. Consiste en la contracción involuntaria de los músculos que rodean la entrada de la vagina, lo que impide el coito. Las causas físicas pueden estar relacionadas con la falta de estrógenos, la presencia de una cicatriz genital o una enfermedad de transmisión sexual. Y las causas psicológicas pueden estar relacionadas con el miedo al dolor asociado con la penetración.
Afortunadamente se trata de un problema que tiene solución en la mayor parte de los casos. El método que se sigue es sencillo y eficaz, y consigue aportar la confianza suficiente a la mujer para que los encuentros sexuales resulten placenteros. A grandes rasgos, los pasos que deben seguirse durante la terapia sexológica son los siguientes.
Terapia educativa
El primer paso consiste en explicar al paciente lo que ocurre y eliminar las percepciones erróneas que tiene sobre el sexo, sustituyéndolos por pensamientos más realistas. Se le enseña cómo debe ser una respuesta sexual normal para evitar miedos que puedan impedir las relaciones sexuales. Se crea un ambiente de confianza para responder cualquier duda que se plantee y que suponga un obstáculo para el disfrute de su sexualidad.
Ejercicios graduales
Se plantean una serie de ejercicios graduales para que la mujer conozca su propio cuerpo y las sensaciones tan placenteras que puede proporcionarle. La mujer aprende a identificar las manifestaciones que su cuerpo el envía y a controlarlo como desee. Para ello, es fundamental familiarizarse con los genitales. Así como localizar aquellos músculos vaginales que se contraen de manera involuntaria e impiden la abertura vaginal.
Los ejercicios de Kegel resultan muy eficaces para reconocer las señales que se producen cuando la vagina se contrae y ayudan a aprender a distenderla cuando sea necesario. La mujer irá realizando además inserciones progresivas para evitar las contracciones reflejas. Para ello, se suele requerir de dilatadores y un buen lubricante.
Por último, se incluye a la pareja en el proceso para que ambos realicen determinados ejercicios guiados y logren la penetración.
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