23 de Dic, 2020 . Un compuesto que se encuentra en los llamados hongos mágicos, la psilocibina produce alucinaciones visuales y auditivas y cambios profundos en la conciencia unas pocas horas después de la ingestión. En 2016, los investigadores de Johns Hopkins Medicine informaron por primera vez que el tratamiento con psilocibina en condiciones de apoyo psicológico aliviaba significativamente la ansiedad y la depresión existenciales en personas con un diagnóstico de cáncer que amenazaba la vida.
Ahora, los hallazgos del nuevo estudio, publicado el 4 de noviembre en la revista JAMA Psychiatry, sugieren que la psilocibina puede ser eficaz en una población mucho más amplia de pacientes que padecen depresión mayor de lo que se pensaba anteriormente.
"La magnitud del efecto que vimos fue aproximadamente cuatro veces mayor que lo que los ensayos clínicos han demostrado para los antidepresivos tradicionales en el mercado", dice Alan Davis, profesor asistente adjunto de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
"Debido a que existen varios tipos de trastornos depresivos mayores que pueden resultar en variaciones en la forma en que las personas responden al tratamiento, me sorprendió que la mayoría de los participantes de nuestro estudio encontraran que el tratamiento con psilocibina era efectivo", dice
Él dice que la depresión mayor tratada en el nuevo estudio puede haber sido diferente a la forma de depresión "reactiva" en los pacientes que estudiaron en el ensayo de cáncer de 2016. Griffiths dice que los funcionarios de salud pública alentaron a su equipo a explorar los efectos de la psilocibina en la población más amplia de personas con trastorno depresivo mayor debido al impacto potencial mucho mayor en la salud pública.
Para el nuevo estudio, los investigadores reclutaron a 24 personas con antecedentes documentados de depresión a largo plazo, la mayoría de los cuales experimentaron síntomas persistentes durante aproximadamente dos años antes de inscribirse en el estudio. La edad promedio de los participantes fue de 39 años; 16 eran mujeres; y 22 se identificaron a sí mismos como blancos, una persona identificada como asiática y una persona identificada como afroamericana. Los participantes tuvieron que reducir gradualmente los antidepresivos antes del estudio con la ayuda de su médico personal para garantizar una exposición segura a este tratamiento experimental.
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