14 de Feb, 2021 . Los obispos de la Iglesia Anglicana en América del Norte (ACNA) ofrecen esta declaración pastoral a la Iglesia después de la oración, el estudio, la escucha atenta de voces dispares y un proceso de colaboración que involucra contribuciones de toda la provincia. Como resultado de este proceso, nos hemos vuelto aún más conscientes del poder que todos necesitamos para vivir fielmente en Jesucristo mientras Él redime toda nuestra identidad, incluida nuestra sexualidad.
El Colegio de Obispos solicitó la formación de esta declaración en enero de 2020 después de que escuchamos informes de aplicación variada entre los líderes de ACNA con respecto al uso del lenguaje sobre identidad sexual, especialmente dentro de eventos provinciales. Reconocemos que hay una multiplicidad de realidades en nuestras circunstancias nacionales, políticas y globales actuales en las que se podría presentar una voz episcopal. En medio de esta trágica pandemia, deseamos continuar ministrando el Evangelio en todos los aspectos de nuestra vida común que han sido distorsionados por el pecado, como el racismo, la persecución, la injusticia y la violencia, mientras también hablamos de este tema específico de identidad y sexualidad. Esperamos que esta circunspecta declaración hable pastoralmente sobre el tema de la sexualidad y el uso del lenguaje dentro de nuestra iglesia provincial.
Sabemos que, según una investigación cuidadosa, las atracciones de un individuo pueden moverse con el tiempo a lo largo de un espectro desde la atracción hacia el mismo sexo hasta la atracción hacia otros sexos, o viceversa, en una minoría de casos. Por lo tanto, creemos que una percepción cultural común de que algunos tipos de atracciones sexuales son siempre innatas y permanentes puede generar confusión y dolor innecesarios para algunos, especialmente los niños y adolescentes.
Como obispos, valoramos mucho a los ministros ordenados de la Provincia a quienes se les ha encomendado, mediante la imposición de manos, el encargo de pastorear el rebaño con ternura, enseñar con claridad bíblica y buscar a los perdidos. Como compañeros pastores, sabemos lo abrumador que puede ser esto. Entendemos que el llamado a ser tanto pastorales como ortodoxos con respecto a muchos temas, incluida la sexualidad, es un gran desafío.
En esta declaración pastoral, buscamos abordar la necesidad que percibimos de una mayor claridad con respecto al ministerio pastoral para aquellos que se identifican a sí mismos como cristianos y que se sienten atraídos por personas del mismo sexo, especialmente aquellos dentro de nuestro gran rebaño de ACNA. Entendemos que hay otros asuntos de gran importancia dentro del contexto más amplio de la sexualidad humana (como la disforia de género y la bisexualidad), pero estos asuntos están más allá del alcance de esta declaración.
En segundo lugar, si bien las cuestiones relativas a la identidad humana son antiguas, se ha introducido una cierta viveza en torno a la identidad personal en nuestra conversación cultural actual. Nuestra sociedad se ha derrumbado en una cosmovisión sexual que intenta redefinir la imagen de Dios en la humanidad como predominantemente de orientación y comportamiento sexual. Por el contrario, los primeros capítulos de la Biblia revelan que el Señor hizo a los humanos para que fueran principalmente criaturas doxológicas, diseñadas para adorar al único Dios verdadero para siempre. La identidad esencial de la humanidad se encuentra en la comunión con Dios y no en la actividad sexual. Por esta razón, aunque Dios creó a los humanos con capacidad sexual mediante el disfrute de la procreación en el matrimonio bíblico, la actividad sexual es temporal y no eterna. Sin embargo, en general, vemos este desarrollo de la cosmovisión y la cultura distorsionadas como una oportunidad dada por Dios para compartir la verdad del Evangelio para que por la gracia de Dios podamos convertirnos en nuevas personas en Cristo.
Más allá de la oración, también nos comprometemos a tener un gran cuidado y sensibilidad por aquellos que luchan con la atracción por el mismo sexo. Apenas estamos comenzando a comprender los desafíos, las luchas, la negligencia e incluso el maltrato de aquellos que intentan vivir para Cristo con deseos del mismo sexo. Con este fin, hacemos un llamado a los líderes de nuestra Provincia, y especialmente a nuestros diáconos y sacerdotes, para que enseñen la Palabra de Dios con respecto a los asuntos de la sexualidad humana. Deseamos que las iglesias de la Provincia sean lugares donde aquellos que experimentan atracción por el mismo sexo, especialmente nuestra juventud, sepan dónde pueden ir para compartir sobre esta realidad, ser disciplinados suave y claramente en la Palabra de Dios, y se les enseñe la diferencia entre los experiencia no buscada de atracción por personas del mismo sexo y el pecado de participar en la lujuria o prácticas corporales que se derivan de esta experiencia. Recomendamos encarecidamente una catequesis sólida sobre la atracción por personas del mismo sexo, el matrimonio cristiano y el celibato cristiano.
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