15 de Dic, 2022 . Una serie de sentencias recientes sobre el uso de la Ley de Protección de Niños contra Delitos Sexuales (POCSO, por sus siglas en inglés) en casos que involucran a adolescentes ha afirmado estudios científicos, antropológicos y sociológicos bien establecidos al tiempo que reconoce las complejidades de ser una persona joven. Esta comprensión de la adolescencia, sin embargo, parece haber escapado al pensamiento del legislador, que continúa mirándolos a través de una lente reguladora y punitiva. Infantilizar a los jóvenes con el pretexto de protegerlos de la explotación sabotea su capacidad para participar en una socialización saludable posterior con las repercusiones consiguientes.
Tome un caso reciente de la zona rural de Tamil Nadu en septiembre. Un chico de 16 años ató un hilo alrededor del cuello de su novia de 16 años como muestra de afecto en una parada de autobús. Un video que captura este momento se volvió viral. Pronto llamó la atención de los funcionarios del distrito, quienes iniciaron acciones contra el niño, lo que llevó a la presentación de un caso POCSO. Los adolescentes fueron llevados a la comisaría; la niña fue enviada a una instalación del gobierno como ?víctima? y el niño a un hogar de observación como ?acusado?. Ambos enfrentaron humillantes pruebas médicas.
Este caso es uno entre miles que obstruyen la adjudicación en virtud de la Ley, que se concibió para brindar una resolución sensible y rápida. Desde el momento en que un caso llega a conocimiento de las autoridades, atraviesa intervenciones de la sociedad civil, la policía, el sector de la salud, los servicios de protección infantil y los sistemas judiciales. En cada etapa, hay un gasto significativo de tiempo, dinero, energía y recursos humanos. Sin olvidar las pérdidas a corto, mediano y largo plazo sufridas por todas las partes, que involucran su salud mental, educación, sustento y, para algunos, sus hogares. Si se cuantificara cada proceso, costaría miles de rupias por caso. Estos casos, por lo general, terminan en absolución porque muchos de ellos son consensuados, y tienen el costo de los recursos necesarios para aquellas víctimas para las que se previó POCSO.
Varios estudios han observado que, a pesar de los tabúes en la India, los jóvenes tienen relaciones románticas. En 2010, el estudio IIPS sobre la juventud en la India (realizado en Andhra Pradesh, Bihar, Jharkhand, Maharashtra, Rajasthan y Tamil Nadu), indicó que una proporción considerablemente grande de jóvenes inició relaciones a una edad temprana.
¿Cuál es el impacto de la ley y su implementación en los jóvenes que se encuentran en el punto de mira mientras intentan navegar por la turbulencia que acompaña a la adolescencia? Nuestro entorno sociocultural ya no les permite explorar los límites de su relación de manera positiva, lo que resulta en entendimientos distorsionados. Tal implementación de la ley solo legitima esta cultura de la vergüenza y el secreto en torno a la intimidad.
Dado que POCSO considera que cualquier persona menor de 18 años solo puede ser víctima de explotación sexual, independientemente del género (otro sesgo oculto a simple vista), los niños y hombres jóvenes a menudo son señalados como los que están en conflicto con la ley. Quizás, una mujer joven no se considera capaz de ejercer su sexualidad. La tecnología ha aplanado el mundo y los adolescentes de todo el mundo están expuestos a contenido similar, lo que hace que estos prejuicios sean aún más infundados.
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