¿Los humanos son más como chimpancés o bonobos? La respuesta correcta está cambiando.
Estrés Misexologo
Los humanos pueden no ser tan chimpancés como crees. Podría haber un pariente simio mucho más pacífico que esté más cerca de nosotros. Hablo, por supuesto, del bonobo matriarcal, bisexual, poliamoroso.
La sabiduría evolutiva convencional tiene seres humanos que se derivan de un ancestro común compartido entre humanos, chimpancés y bonobos hace aproximadamente 6,5 millones de años. Los chimpancés y los bonobos se separaron de su ancestro común hace aproximadamente 1,5 millones de años. Lo que hace a los humanos modernos igualmente relacionados con ambas especies. Pero eso no parece ser la narrativa popular.
¿Por qué? Bueno, no vamos a vagar por ahí. Los chimpancés son animales horribles. Son. Están dominados por machos violentos. Se involucran en disputas de límites sangrientos durante las cuales patrullas de varios machos grandes se agrupan y matan a miembros varones perdidos de una tribu opuesta. Matarán y comerán a los chimpancés infantiles que encuentren, y atraparán a cualquier hembra. Luchan entre sí constantemente y violentamente.
Mientras tanto, los bonobos son cooperativos, relativamente no violentos y responden a problemas desconocidos, estrés social o conflictos iniciando fiestas sexuales con bonobo salvaje. En teoría, son como nosotros los chimpancés, pero digámoslo de esta manera: ha habido varias peleas que se han desatado en el suelo del Senado de los Estados Unidos y la Cámara de Representantes, pero ninguna orgía.
Sin embargo, un estudio publicado en una edición reciente de PLOS Genetics indica que los chimpancés y los bonobos están igualmente relacionados con el ancestro común que comparten con los humanos. Mientras que los chimpancés se adaptaron a los ambientes variados, los bonobos se mantuvieron en bosques y se mantuvieron en el mismo ambiente donde evolucionaron. Sus códigos genéticos han sufrido menos cambios que los de los chimpancés. Esto significa que los bonobos podrían estar más relacionados con los humanos que los chimpancés, lo que podría cambiar un poco la narrativa cultural actual. Quizás nuestra herencia no sea la violencia inventiva y viciosa, sino los grupos cooperativos que trabajan para asegurar la supervivencia de todos.
Por supuesto, se podría hacer el caso contrario. Los humanos y los chimpancés podrían haber evolucionado y cambiado al crear una capacidad cada vez mayor de violencia, mientras que los bonobos estaban atrapados en una rutina en un bosque que tienen relaciones sexuales entre sí.
Sin embargo, esta nueva posibilidad de que compartamos más con los bonobos indica que nuestro primer ancestro podría no haberse distinguido por las luchas por el dominio, sino por la capacidad de cooperar y superar los obstáculos sin violencia. "La supervivencia del más apto" podría llegar a significar la supervivencia de aquellos con mayor capacidad para resolver disputas en beneficio mutuo de todos. Si nada más, podría ser un buen giro para el darwinismo social.
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