17 de Dic, 2019 . La falta de sueño ha sido un problema cada vez mayor en Estados Unidos. Casi un tercio de los estadounidenses adultos dicen que no duermen lo suficiente, y los CDC incluso llegaron a llamar a la situación una epidemia.
No hay una causa única detrás de este déficit nacional de sueño, pero el insomnio es un factor determinante. El insomnio es un trastorno del sueño que impide que una persona pueda conciliar el sueño cuando lo desee (conocido como insomnio de inicio del sueño) y / o permanecer dormido durante la noche (insomnio de mantenimiento del sueño).
El hecho de que tanto el estrés como el insomnio sean problemas significativos parece ser más que una coincidencia. Como cualquier persona que haya pasado una noche dando vueltas con pena, preocupación o enojo sabe, las emociones difíciles pueden tener una relación directa con el sueño. Un creciente número de estudios de investigación respalda esta experiencia anecdótica, al descubrir que todos los tipos de estrés pueden dañar la calidad del sueño y que la privación del sueño puede aumentar el estrés y la irritabilidad.
Desde hace tiempo se sabe que el estrés está relacionado con problemas de sueño. La mayoría de las personas han experimentado esta conexión en algún momento de su vida cuando circunstancias difíciles pueden haber dificultado conciliar el sueño o volverse a dormir después de despertarse en la noche.
Si bien no faltan datos experimentales que confirmen la conexión entre el estrés y el sueño, los desarrollos recientes en la ciencia del sueño han ofrecido una comprensión más sólida del "por qué" detrás de esta conexión. Estrés
Para empeorar las cosas, una vez que el estrés afecta el sueño, puede comenzar una espiral descendente ya que la falta de sueño hace que una persona se vuelva más irritable y emocionalmente reactiva. Los problemas de sueño en sí mismos pueden convertirse en una fuente adicional de estrés, y el tiempo que pasa acostado despierto en la cama puede provocar más rumia y ansiedad. En conjunto, la hiperactivación es un engranaje clave en el desarrollo del insomnio, y una vez que el insomnio ha comenzado, la falta de sueño puede facilitar una sensación aún más aguda de hiperactivación.
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