Cómo realizar una prueba de detección de ETS orales - Prueba y detección de VIH para ETS
Dolor coital o dispareunia Misexologo
7 de Mar, 2021 . Es un error común entre hombres y mujeres que el sexo oral (es decir, felación, cunnilingus y analingus) está completamente libre de riesgos cuando se trata de infecciones. Si bien a menudo se piensa que el coito oral es una opción más segura en comparación con el coito con penetración o el sexo convencional, la realidad es que una variedad de ETS aún se pueden transmitir a través del contacto directo con la boca, los labios, la lengua o la garganta.
Como tal, es importante monitorear los síntomas de estas infecciones, así como probar de manera proactiva si existe un riesgo potencial de exposición, especialmente porque una gran proporción de estas infecciones pueden ser asintomáticas o tener síntomas que se desarrollan mucho más tarde.
Las infecciones más comunes que se transmiten a través del sexo oral son la clamidia, la gonorrea, el virus del herpes simple (VHS), el virus del papiloma humano (VPH) y la sífilis. En este artículo, describiremos algunos de los síntomas comunes que se observan con estas infecciones, así como también cómo se pueden probar.
Estas son dos de las ETS más comunes que se observan en todo el mundo y son causadas por las bacterias Chlamydia Trachomatis y Neisseria Gonorrhea, respectivamente. Por lo general, infectarán la región genital, el tracto urinario, el ano y la cavidad oral, aunque también se han observado otros sitios de infección. Si bien en algunas personas pueden presentarse síntomas como dolor de garganta y secreción de garganta, hasta un 70-80% de las infecciones de garganta con clamidia y gonorrea pueden ser asintomáticas y una gran parte permanecerá sin diagnosticar ni tratar.
El método más preciso de prueba para las infecciones de la garganta por clamidia y gonorrea será la reacción en cadena de la polimerasa, o prueba de PCR, que busca secuencias genéticas específicas del ADN de estas bacterias. Los cultivos bacterianos estándar suelen ser insuficientes para detectar estas infecciones.
Hay dos tipos principales de infección por VHS. El VHS tipo 1 se observa con mayor frecuencia y se puede transmitir tanto a través de la transmisión oral a oral, como besos, como a través de la transmisión oral a genital. El VHS tipo 2 se ve más típicamente a través de la transmisión genital a genital, aunque también se puede transmitir a la boca, lengua y garganta a través del sexo oral. Estas infecciones virales pueden causar brotes de úlceras dolorosas o herpes labial en el sitio de transmisión, y la infección se transmite de por vida. Existe riesgo de transmisión de estas infecciones incluso sin síntomas.
Las pruebas para detectar infecciones por herpes se pueden realizar con pruebas de serología sanguínea o mediante pruebas de PCR si hay lesiones sintomáticas. La serología o las pruebas de anticuerpos solo podrán detectar una posible exposición pasada entre 1 y 3 meses después de la transmisión, y no son útiles para detectar infecciones nuevas o agudas.
Las infecciones por VPH son una de las ETS prevalentes más comunes en todo el mundo. Hay muchos subtipos de VPH, generalmente divididos en categorías de bajo y alto riesgo. Los tipos de bajo riesgo incluyen los tipos 6 y 11, que son responsables de aproximadamente el 90% de las verrugas genitales o papilomas; estos son crecimientos benignos similares a coliflores en la piel y las membranas mucosas que pueden desarrollarse semanas o meses después de la transmisión inicial. Los tipos de alto riesgo incluyen los tipos 16, 18, 31, 33, 45, etc. y están más relacionados con el riesgo de cáncer, incluidos los cánceres de cuello uterino, ano, pene y boca / garganta. Se estima que aproximadamente 20.000 cánceres orales asociados al VPH se diagnostican por año solo en los EE. UU.
Las verrugas del VPH generalmente se diagnostican clínicamente y no requieren ninguna prueba específica; sin embargo, las infecciones por VPH de alto riesgo suelen ser asintomáticas y requerirían una prueba de PCR para ser detectadas. Actualmente, las pautas recomiendan que las mujeres mayores de 30 años se realicen pruebas de PCR del VPH con regularidad junto con sus citologías vaginales, y que los hombres que tienen sexo anal receptivo realicen pruebas de detección del VPH rectal si son VIH positivos. Si bien la prueba oral del VPH se puede realizar con el mismo tipo de prueba, no existen recomendaciones específicas para hacerlo, y los costos y beneficios de la prueba deben ser determinados por la persona y su médico. Las infecciones por VPH se pueden prevenir con la vacuna contra el VPH, que ahora está disponible tanto para hombres como para mujeres a partir de los 9 años de edad.
La infección por sífilis es causada por la bacteria Treponema Pallidum. Si bien la incidencia de la sífilis había disminuido inicialmente con la disponibilidad del tratamiento con penicilina en la década de 1940, las tasas de infección han aumentado de manera constante durante las últimas dos décadas y se considera comúnmente como una coinfección con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). La infección por sífilis se puede transmitir a través del contacto directo con las membranas mucosas y la piel comprometida por una llaga o un chancro infectado, generalmente en la región genital, el ano y la boca; se estima que alrededor del 20% de las infecciones por sífilis se transmiten únicamente a través del sexo oral. Los síntomas dependerán del estadio de la infección en el momento de la presentación y pueden incluir llagas o úlceras en la sífilis primaria y un exantema difuso en la sífilis secundaria. Muchos casos no se detectan cuando son sintomáticos y pueden considerarse en la etapa latente cuando se examinan en los análisis de sangre, o incluso pueden llegar a la etapa terciaria muchos años después de la infección inicial; esto puede causar complicaciones con el corazón y los vasos sanguíneos (sistema cardiovascular), o con el sistema nervioso central (neurosífilis).
Las pruebas de sífilis se realizan principalmente con pruebas serológicas, que buscan ciertos anticuerpos en la sangre que pueden detectarse de 2 a 5 semanas después de la infección. Otras formas de prueba incluyen microscopía de campo oscuro, anticuerpos fluorescentes directos y pruebas de PCR; sin embargo, estos rara vez se realizan en el entorno clínico debido al costo y la disponibilidad de equipos y personal de laboratorio experimentado.
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