21 de Ene, 2021 . Cristina Guerra Marmolejo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha manifestado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.
La sexualidad es una preocupación importante en las personas, independientemente de su sexo o género. Generalmente, el ciclo de la respuesta sexual concluye en el orgasmo. Por eso, vivir en una sociedad hipersexualizada y no tener orgasmos asiduamente parece un sacrilegio. Pero, ¿realmente es esto un problema?
Diferentes estudios muestran que la definición de orgasmo no es fácil, ya que es algo que se vive de forma muy subjetiva. A grandes rasgos, se puede decir que es una sensación pico variable y transitoria de placer intenso, que crea un estado de conciencia alterado acompañado de contracciones rítmicas e involuntarias de la musculatura pélvica, con una inducción de bienestar y alegría.
Además, se incluyen en este grupo experiencias sexuales previas negativas, historias de abusos y maltratos o experiencias traumáticas o de pérdidas. Asimismo, cosas más leves como el miedo a dejarse llevar o la ansiedad por el rendimiento sexual, que llevada al extremo puede hacer que la persona no consiga llegar al orgasmo al no evadirse de estos pensamientos intrusivos.
Es importante explicar que también existen otros problemas culturales, principalmente en el caso de las mujeres, en el que la respuesta sexual se encuentra influenciada por un condicionamiento cultural negativo a lo largo de los siglos, una educación sexual escasa o una actitud negativa hacia el sexo .
Pero identificar las causas no es tan sencillo. La anorgasmia, como la mayoría de las disfunciones sexuales, no suele ser debida a un factor únicamente, sino al conjunto de varios a la vez. Del mismo modo, tampoco suele presentarse sola, pues suele ir acompañada de otras disfunciones. Si se altera una fase del ciclo, se descompensan otras. Por eso, los tratamientos suelen ser variados.
Del mismo modo, se busca aportar información sexual para contrarrestar los mitos sexuales y trabajar actitudes y pensamientos negativos. Se favorece la autoestimulación y la masturbación dirigida, personal o en pareja.
Se llevan a cabo programas de focalización sensorial, que son un tipo de desensibilización sistemática, terapia psicológica aplicada al ámbito sexual. En ellos, la persona se expone a situaciones sensuales y sexuales de forma creciente en nivel de dificultad y ansiedad.
En base a lo anterior, se puede decir que la anorgasmia ha sido considerada cultural y científicamente durante mucho tiempo una disfunción sexual de las mujeres, aunque se ha visto que esto no es así y que los hombres también pueden sufrirla.
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